Acudimos a terapia cuando nos damos cuenta de que no contamos por nosotros mismos con los recursos necesarios para resolver alguna situación de malestar o de sufrimiento personal. También para conocernos mejor, gestionar nuestras emociones, comprender nuestras necesidades o tomar conciencia de quiénes somos y qué queremos. En cualquier caso, acudir a terapia nos puede ayudar a poner en orden todo esto.

Para ello, trabajaremos desde un enfoque integrativo, centrado principalmente en el marco cognitivo-conductual. Con el objetivo de asegurar el éxito del tratamiento y mejorar la calidad de vida, desarrollaremos un tratamiento psicológico individualizado, centrado en la persona y en sus necesidades. Todo ello, en un espacio seguro, sin juicios, de escucha activa y actitud empática.