Cuando surgen dificultades en la relación de pareja, disminuye nuestro bienestar. Esto ocurre porque estar en pareja supone una red de apoyo social y emocional, lo que actúa como un factor protector ante ciertos problemas. Cuando las cosas no van bien en nuestra relación, pueden surgir ciertas dificultades como problemas de comunicación, desgaste, falta de deseo, estrés, ansiedad…

Por ello es importante evaluar qué es lo que está pasando y saber qué factores están influyendo para intervenir lo antes posible con el fin de mejorar la calidad de la relación y lograr los objetivos planteados.

En estos casos, es recomendable acudir a un profesional especializado en terapia de pareja, puesto que está formado específicamente para identificar y ayudar a solventar las dificultades que surgen en las relaciones.

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